Cómo instalar una lavadora en los departamentos que tienen poco espacio

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Si quieres saber cómo funciona la inversión inmobiliaria, en esta publicación encontrarás
los conceptos básicos de lo que son los bienes inmuebles y cómo puedes invertir en ellos.

Según los especialistas, los tres datos fundamentales son contar con una entrada de agua, un desagüe y una conexión eléctrica exclusiva para el aparato.
Cada vez son más los desarrolladores que construyen departamentos de pocos metros cuadrados. Hoy la apuesta es presentar viviendas con más áreas de terraza disponible -lo cual es muy valorado por los usuarios-, o un baño o cocina más amplios. El problema es que muchos de los nuevos proyectos inmobiliarios no incorporan las instalaciones o un espacio para ubicar una lavadora. La solución que entregan las constructoras es disponer de un servicio de lavandería comunitario.

Pero para muchos esta alternativa puede ser poco conveniente. Primero, por un tema de costos. Las lavanderías ubicadas en los edificios -según el ciclo de lavado tienen precios que van desde los $1.300 a $1.700 por ficha. Mientras que la secadora tiene un costo de unos $1.400 la ficha. Y segundo, por comodidad y disponibilidad. Hay edificios chicos que solo cuentan con dos máquinas y no siempre se coincide con los horarios que cada persona tiene disponible para las tareas del hogar, sobre todo los fines de semana, cuando toda la comunidad decide lavar a la vez.

Más conveniencia

Así le pasó a Francisco López (34), a quien no le convencía para nada eso de estar esperando a que se desocupara la sala de lavado en su edificio de Concón. Su departamento de 57 metros cuadrados -con cocina integrada al living y comedor- no contaba con un espacio para poner una lavadora. Así que se le ocurrió llamar a un técnico para ver qué posibilidades tenía de instalar una.

‘No me agradaba la idea de estar bajando a la lavandería o de estar siempre consultando si estaba desocupada la lavadora o secadora disponible. Decidí hacer la instalación de esta lavadora y secadora principalmente por un tema de comodidad dentro del hogar’, reconoce.

Duberlí Hernández fue el especialista que llevó a cabo la tarea. Lo primero que hicieron fue indagar en los espacios del departamento y ver qué lugar reunía las condiciones necesarias para incorporarla. El que más les tincó -dado que el baño también es chico- fue el espacio situado debajo de la mesada del lavaplatos. López midió el lugar y compró una lavadora que se ajustara a las características del sitio (60 centímetros de ancho, 60 de profundidad y 90 centímetros de alto). También se fijó que fuese de carga frontal, para así optimizar los espacios.

‘Se instaló un conducto para descargar el agua. Y de la llave de agua fría sacamos una adicional para que llene la lavadora en sí’, precisa Hernández.

¿Hubo ahorro? ‘El tema de costos es relativo: si lavas más, gastas más. Si lavas menos, gastas menos, ya sea en una lavandería común o dentro de tu propia casa’, opina López.

Cercanía a desagües

Rodrigo Cáceres, supervisor técnico senior de Bosch electrodomésticos, resalta que este trabajo debe ser realizado por un gásfiter o un especialista técnico en estos temas. Y también que el lugar debe contar con una entrada de agua, un desagüe y un enchufe próximo al aparato. ‘La clave es tener el espacio para que quepa la lavadora. La mayoría de ellas tienen una medida estándar, que va entre los 60 centímetros de ancho, los 65 centímetros de fondo y los 85 centímetros de alto’, precisa.

Daniela Beltrán, trainer de línea blanca de LG Electronics, concuerda con lo anterior y dice que la clave es instalarla en un lugar con drenaje, para que el electrodoméstico pueda tener un espacio para botar el agua que sale del lavado, y también una entrada de agua, para poder alimentarse de ella.

‘Podría bastar con tener una conexión a una entrada de agua fría. Por otra parte, debe ser una llave que pueda alimentar directamente hacia la lavadora, y no una llave que uno se vea forzado a conectar y desconectar cada vez que quieras usarla, porque será más engorroso este uso’, precisa.

En cuanto a la conexión con un circuito eléctrico, comenta que ‘idealmente debe ser un enchufe en el cual se vaya a tener conectada solo la lavadora, de modo de evitar estar enchufando y desenchufando. La clave es que tengas contemplado una conexión a agua directamente hacia el artefacto, un drenaje cercano y un circuito eléctrico para que se alimente solo el aparato’, detalla.

Sobre qué tipo de lavadoras conviene comprar, afirma que eso va a depender de los espacios. Una de carga frontal podría ser mejor debajo de una mesada y una de carga superior, ideal para un baño. ‘En la cocina es más fácil instalar una lavadora de carga frontal, porque te da ciertos espacios. En un baño podría ser conveniente una de carga superior, ya que la frontal ocupa mucho espacio en tener que abrir la puerta’.

¿Qué conviene más? A juicio de Cáceres, es mucho más económico tener una lavadora de ropa en casa. ‘Hay aparatos que tienen alta eficiencia en ahorro de agua y energía. A su vez, una ficha de lavadora o secadora puede costar $1.600 por una carga de 6 o 7 kilos de ropa. Mientras que lavar con agua fría en casa se puede gastar $400 por una carga de 7 a 9 kilos. Eso solo es por concepto de consumo eléctrico por lavado’, precisa.

Por qué invertir en bienes inmuebles

La respuesta a esta pregunta no es para nada complicada. Hoy en día, invertir en bienes inmuebles es un negocio rentable para la persona promedio. De hecho, muchos inversores profesionales escogen esta opción por ser inversiones de poco riesgo. Invertir en bienes inmuebles te permite convertirte en propietario de una vivienda y alquilar tu propiedad a otras personas, ganando dinero al cobrar los pagos de arriendo cada mes

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